Juan Esteban Peláez

POEMAS

EL CAMPANARIO

En lo alto de un campanario tenebroso y abandonado,
Rebosante de telas de arañas y suelos empolvados,
En un recinto, miedoso y frío como un glacial,
Lúgubres velas emitían y brillo rojo e infernal.

Sobre un tálamo silencioso como los que el tiempo desgarra,
Una hermosa mujer descansaba, esbelta y mimada,
Como el gato que ronronea a los pies de una reina,
O las flores dulces acariciadas por una bella doncella.

Ella permanecía plácidamente de medio lado,
Clavando en mí su mirada de ojos almendrados,
Mientras orgullosa, arrogante, con calma y sin presura
Narraba con voz de arpa sus pérfidas locuras.

- «Tras una mujer astuta va un batallón de hombres como entes,
Como maniquíes desesperados por saciar sus placeres.
Mas ninguno ha tibiado siquiera mis suaves pies,
Ni ha entrado a mi ardoroso corazón alguna vez».

Entonces sorbió ávidamente un trago de vino
De una copa de oro, como si bebiera sangre de niño,
Y en ese momento me hizo entrar a un extraño sopor,
Que destrozó todos mis nervios y mi sangre congeló.

¡¿Cómo describir una pesadilla engendrada por el Mal
Cuando el interior se agita y se retuerce como un caudal?!
En vez de la hermosa mujer de ademanes radiantes,
Sobre la cama permanecía un esqueleto de colores acres,
Causando un chillido agrio mientras tiritaba de frío
Y que de sus cuencas emanaba un horrible humor blanquecino.

Permanecía en la misma posición de mi amada,
Sentada de lado, cómoda, desdeñosa, aperezada.
Y en acto blasfemo arrancóse el corazón de entre las costillas
Y con su mano huesuda me lo brindó, como si fuera una amatista.
- «Mas a ti me muestro sin velos, príncipe entre las crueles,
Prometiéndote con este rubí que a tu lado veré los atardeceres»-
Dijo mientras se desmoronaba ante mí como una estatua de ceniza,
Dejándome solo entre esas tinieblas que tanto me atemorizan,
En silencio en el interior de ese campanario siniestro y embrujado,
Que bajo los mares, sólo el infierno su campana ha escuchado.




Volver | Leer A la Sombra del Árbol

Vistos

Me gusta

© 2022