Juan Esteban Peláez

POEMAS

SALEM

Desde las frías alturas de las colinas grises
veo bajar a medianoche a la bruja
bordeada de una blanca y fría bruma
que se abre a su paso como espantada
cual telaraña de insectos malignos
rota por una poderosa presencia.

Y canta horrendas y oscuras letanías
sobre niños tristes y calderos hediondos,
y sobre alguna horca o alguna hoguera
de la que escapó con heridas horrendas.

Y arrastras trae el cuerpo de un infante
con los huesos destrozado y flácida la carne
mientras deja un rastro rojo en el pasto
y mancha las flores con un gran desagrado.

¡Esa maldita bruja que baja de la colina
ha vuelto a cometer sus oscas fechorías!
¿Quién sabe de qué aldea cercana ha robado
ese bulto que arrastra, que antes era humano?

¡¿Cuántas veces hemos de lincharla y quemarla?!
Estamos cansados de ver su horrible rostro
a la luz mimbreña de las lámparas danzantes
al tiempo que nos lanza esa podrida risa triunfal.

Y la infame Muerte parece ignorarla siempre,
mientras ella se regodea de amar al macho cabrío
y de servir bajo la luna a Satán Trismegisto.

¡Oh vieja maldita, espero que te conviertas
en alimento de los zapatos de todos los aldeanos
antes que tu caos vacíe otra cuna inocente!




Volver | Leer La Estatua

Vistos

Me gusta

© 2022